Mirada a la parábola del hijo pródigo

Leamos la historia completa, que se encuentra  en el evangelio de Lucas  15:11-32
Dios respeta nuestras decisiones.
Dios nos sigue amando.
Con Dios es posible ser restaurado (mejorado, reparado, retocado, restituido, recuperado…).

Una mirada sobre el que se fué: Cómo pensaba?:
a)    Probablemente ve los “defectos” de la casa, y los “limites” que le han impuesto como hijo menor.
b)    Probablemente le molestan pensando que ya es tiempo de manejarse solo, “para que todos vean cómo haría él las cosas” .
c)    Probablemente pensaría que al hijo mayor le dejaban hacer o decidir sobre cosas que a él no se lo permitían.
d)    Seguramente fue un gran crítico de su hermano mayor.

Usted, alguna vez no pensó como hijo menor?

Una mirada sobre el que se quedó: Siguió al lado de su Padre. Cómo pensaba?:
a)    Aparentemente  todo bien.
b)    No notamos lo que estaba en su corazón, sino hasta el final de la historia. Su corazón estaba tan dolido, que no perdonaba al hermano menor.
c)    Seguramente fue un gran crítico de su hermano menor.

Usted, alguna vez no pensó como el hijo mayor?

Una mirada sobre el Padre: Su casa es perfecta, no hace falta ningún bien, participa junto a sus hijos  y está con ellos siempre. Como toda casa, hay trabajo que hacer, pero la casa siempre está prosperada.
Puedo ver también que se dolió 2 veces:
Cuando se fue el menor.
Cuando criticó el mayor al menor.

a)    Dios quiere la unidad de sus hijos.
b)    Nada falta cuando estamos en la casa del Padre.
c)    Hay gracia, perdón y misericordia en la casa del Padre.
d)    El Padre nos mira siempre con amor.

Usted, alguna vez pensó como el Padre?
Hay una esencia natural de DIOS (PADRE): DIOS ES AMOR y es así como nos mira, con amor.
Como sus hijos, debemos de aprender a mirar como Él.

Pastor José Luis Urso